domingo, 3 de abril de 2022

Camille Paglia


 "Respeto a los movimientos antiabortistas y me parece atroz que el feminismo los excluya de sus manifestaciones y marchas"

Como profesora noto que la cantidad de conocimiento riguroso que tienen los jóvenes es cada día menor. En el sistema educativo desde hace unos veinte años no existe una cronología, el orden en que ocurrieron los eventos en la Historia. No lo conocen. No saben geografía. Se les ha enseñado esta manera muy políticamente correcta de aceptar y tolerar cosas y emociones, pero no tienen datos duros. La generación más joven de Estados Unidos de hoy nunca ha experimentado algún desastre –excepto ahora con la pandemia–, nunca ha vivido una guerra. No tengo duda de que el hecho de que mi padre y mis tíos fueran a la Segunda Guerra Mundial, el trasfondo del Holocausto, de Hitler, de la Guerra Fría con la Unión Soviética, la bomba atómica, la era atómica, todo eso formó parte de mi generación. Los jóvenes estadounidenses hoy no tienen noción alguna de lo frágil que puede ser la economía, no entienden cómo funciona. Parecen creer que el sistema político puede cambiarse radicalmente y que ellos podrán seguir yendo a Starbucks a comprar un café hecho con granos que vienen de África. No tienen el menor sentido de lo que implica el sistema masivo de distribución que hace posible que lleguen hasta ellos el chocolate y todo tipo de frutas y verduras. Creen que es mágico. Desde mi punto de vista, nos dirigimos a un tipo de gobierno basado en la sensiblería. Las figuras poderosas del gobierno hacen declaraciones que están llenas de una compasión que se derrite y, mientras tanto, todas las operaciones que cohesionan al mundo son invisibles para los jóvenes. De manera que me preocupa mucho lo que considero una educación muy pobre en Historia.

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