Un horizonte de sal y agua
Es la línea, apenas abierta,
De sus párpados
En la esfera curva
De su visión.
Todo el cielo se cubre
De oscuro,
Y la tierra un cuchillo
De luz.
Ha visto pasar el tiempo
En su sueño,
Sobre un mundo
Hecho de viento,
Bronce y él solo.
Sólo silencio de frente
Y de nada envuelto,
Girando su mente sin dueño,
Ha cerrado, de nuevo,
Sus ojos.
Ya sólo todo oscuridad
Y él,
Una pavesa al viento.
Espora impelida que gira,
Una brizna, una semilla,
Casi infinita, de partida,
Entre lo que es
Y a lo que aspira.
Sólo es a lo que espera
Para nada más hay
Tiempo, ni peso,
Ni frío, ni calor.
Busca en su azar ciego
Que su micronésima dimensión
Impregne de quietud
Su vuelo
Y la ventolera de su sueño
Pase y levante,
Abierto,
El horizonte de sus ojos,
La curva línea
De sus párpados
Y enjugue unas manos
Que le brotan
Los surcos caudalosos
De salitre y llanto.
Siguen su rostro
Y hondos le cruzan
De parte a parte.
Nadar hacia la luz,
Hacia fuera, hacia arriba.
Salir nacido,
Hacia la vida
Y una extensa primavera
De estrellas
Prendidas sobre la hierba.
Fotografía: Misha Gordin
TURKANA
1 comentario:
Preciosa.Que comentario se puede hacer de una poesía, verdad?
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